Poesía que nace del lente
Episodio del día 17 de Agosto de 2020
____________________________________________________________
Palabras por Julie Catherine Guardo Quintero
____________________________________________________________
CARBONCILLO
[Soneto:
11A 11B 11B 11A
11A 11B 11B 11A
11C 11D 11E
11C 11D 11E]
Solo quedó tu rostro después;
es lo que el amor arrebata de último.
¡Te quema! llega hasta lo más íntimo
el fuego en costra en tus ojos cafés.
Futuro, ni primavera entrevés.
Perdiendo color y trazos; el ánimo
negro que lleva el colibrí más próximo
¡gotea pues no está ahí! ¿No lo ves?
Tú eras amor, pero siempre eras sola.
Negro ardes cual carboncillo infeliz,
rojo muerto que pretende no estarlo.
Tú eras rosas, pero siempre eras sola.
Ni el colibrí, menos tú, es feliz.
Literariamente estás sin estarlo.
____________________________________________________________
MÁS ALTO
[Seguidilla:
7 5a 7 5a]
Miento al decir: düele.
Su cremosidad
es pisar el cïelo.
Debo subir más.
____________________________________________________________
AMIGO
[Octava real:
11A 11B 11A 11B 11A 11B 11C 11C]
¡Ojo! Que la apariencia no te engañe.
No es un momento feliz, pero fue.
Fue de esos que no quieres que se dañe
nada. ¡Quería eternidad! duré...
Sus manos y barba hacen que lo extrañe.
Juntando ovejas para ti, pensé,
me quedaría en el campo contigo.
Lo banal se va y te tengo, amigo.
____________________________________________________________
Palabras por Daniela Alejandra Galeano Camacho
____________________________________________________________
RECUERDOS AJENOS
Recuerdo
la brisa marina de delicados purpuras,
recuerdo
los caminos de flores con finos olores,
recuerdo
los pasteles colores de una vida sin errores,
recuerdo
la falda catastrófica rosando la piel de moras.
No hace falta recordar tanto,
no hace falta llamar el llanto
de una juventud que colecciona dudas,
de una niñez sin grises fugas.
Recuerdo
la vida al borde de la cerca,
recuerdo
ojos azules, ilusionadas luces,
recuerdo
el ir y venir del cabello,
recuerdo
lo bello, lo bueno y lo feo.
No hay ruido semejante,
tan seco y asfixiante
como el de esta mente con recuerdos
de una niñez ajena al reflejo en el espejo.
____________________________________________________________
NOCHE DE OVEJAS
Tic toc
uno dos
la hora infernal de nubes que se llevan el aliento al respirar.
tres cuatro
una vida al borde de la cama, llena de sueños sin futuro, sin alma, al rincón de un lunar.
Tic toc
la manecilla que ha decidido andar en reversa para ahogar mis penas.
cinco seis
no existe insomnio que me impida soñar con lamentos de papel; pasos de ovejas atoradas entre el ocaso y el amanecer.
Tic toc
cuenta y cuenta y sigue contando. Ojos como platos, vacíos luego de un día de ruegos y retrasos.
siete sólo siete
y serían más y más en mi cama, pero los animales que saltan se parecen tanto a mis penas, que prefieren dejarme fingir que no estoy aquí.
____________________________________________________________
UN OTOÑO
Un día me encontré un otoño
debajo de un sombrero,
recuerdo el asombro de mis ojos,
el cataclismo del rojo desenfrenoso.
Un día me encontré un otoño
debajo del cabello,
olía a viejas promesas,
olía a sombras y a fresas.
Un día me encontré un otoño
en el rostro de mi madre,
sabía a sal marina,
sentía el susurro caluroso de que me quería.
Un día me encontré un otoño
en el cuerpo de un amante,
sus lunares eran brisas,
pliegues de alas sencillas y calmantes.
Un día me encontré un otoño
en mis pies descalzos,
esos que decidieron marcharse
luego de cuatro otoños intentando ser veranos.
_____________________________________________________________________________________